los 9 meses antes y después de nacer

El momento de la concepción, luego la gestación, el parto y los primeros meses de nuestra vida nos influyen de manera fundamental. Aunque la madre pueda hacer de "filtro" de toda la información que viene de fuera, sus emociones y vivencias tienen el mismo efecto sobre nosotros que los nutrientes que ingerimos a través de la placenta y la leche materna. Todo influye en esa etapa de nuestra vida:

• si es un embarazo buscado y/o deseado o no

• la relación entre los progenitores

• los diferentes estados emocionales de la madre

• la manera de nacer (natural, complicaciones, fórceps, cesárea)

• la acogida del bebé de parte de la madre y su entorno

• el tiempo que la madre puede atender al bebé

• etc.

Todos estos aspectos crean una sensación de base en la persona, deja huellas en forma de creencias sobre cómo la persona se puede mover por la vida. Uno de mis maestros, Peter Bourquin, lo ha denominado como "La música de fondo", que nos acompaña durante nuestra vida.

Si es una creencia favorable, que fortalece a la persona, no hay nada más que hacer que disfrutarla.

En cambio, si es una creencia limitante y por lo tanto supone ciertas dificultades en la vida cotidiana de la persona, conviene hacer un trabajo terapéutico. Las constelaciones sistémicas pueden ser una buena herramienta para convertir las dificultades en oportunidades de crecimiento personal y finalmente en recursos.

Te pongo un ejemplo de una persona con la cual he trabajado recientemente:

Es una persona extremadamente prudente, se mueve casi con miedo por la vida, miedo de que le pueda pasar algo en cualquier momento. Le cuesta tomar decisiones por miedo a fallar a los demás y siente que no puede cumplir con lo que se espera de ella.

Resulta que justo antes de quedarse embarazada la madre con ella, hubo otro embarazo que terminó en un aborto espontáneo. En consecuencia, la madre vivió el segundo embarazo con mucho miedo a perder otro bebé. Tanto el miedo, como el anhelo o el dolor por la pérdida del primer embarazo influyeron profundamente a mi cliente. Pudimos hacer una constelación, teniendo en cuenta todas esas partes que influyeron en el momento y al final de la sesión pude observar que se le había cambiado la cara e incluso la postura corporal, se le veía mucho más auténtica, presente, fuerte. La "magia" de las constelaciones consiste en ordenar las diferentes piezas implicadas. Reconociéndolas y dándoles su lugar, todo se calma y el amor vuelve a fluir.